El reciclaje creativo representa una respuesta efectiva frente al creciente problema de residuos que enfrentamos en nuestra sociedad. La transformación de materiales desechados en recursos útiles no sólo reduce el impacto ambiental sino que también fomenta la innovación y la economía circular. Actualmente, cada español genera aproximadamente 485 kg de residuos al año, de los cuales únicamente el 38% se recicla correctamente según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica. Esta realidad evidencia la necesidad de desarrollar sistemas eficientes y prácticos tanto en entornos domésticos como profesionales.

La implementación de estrategias de reciclaje innovadoras puede contribuir significativamente a la reducción de la huella ecológica y al aprovechamiento máximo de los recursos disponibles. Las técnicas de upcycling o suprareciclaje permiten transformar objetos aparentemente inservibles en productos de mayor valor, mientras que los sistemas de clasificación adecuados facilitan el proceso de recuperación de materiales. La combinación de ambos enfoques establece las bases para un sistema circular donde los residuos se convierten en materia prima para nuevos ciclos productivos.

Sistemas de clasificación para el reciclaje doméstico según la normativa española

El marco normativo español para la clasificación de residuos domésticos se estructura en función del sistema de colores estandarizado para contenedores. Este sistema facilita la correcta separación en origen, punto fundamental para garantizar la eficacia del proceso de reciclaje. La Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular establece las directrices básicas que todos los municipios españoles deben implementar, aunque pueden existir particularidades según la comunidad autónoma.

El contenedor amarillo está destinado a envases ligeros: plásticos, latas, briks, bandejas de aluminio y film plástico. Es importante destacar que los objetos de plástico que no son envases, como juguetes o utensilios, no deben depositarse aquí. El contenedor azul recibe papel y cartón limpios, sin restos orgánicos o plásticos adheridos. El contenedor verde tipo iglú está reservado exclusivamente para envases de vidrio, sin incluir cristales de ventanas o espejos, que deben llevarse a puntos limpios específicos.

El contenedor marrón, de implementación relativamente reciente en muchos municipios, está destinado a los residuos orgánicos: restos de alimentos, posos de café, cáscaras y pequeños restos vegetales. Esta fracción representa aproximadamente el 40% de los residuos domésticos y su correcta separación permite la producción de compost de calidad. Por último, el contenedor gris o verde oscuro (según la localidad) recoge la fracción resto, es decir, aquellos residuos que no pueden clasificarse en las categorías anteriores.

La separación correcta en origen multiplica por cinco la eficiencia del proceso de reciclaje y reduce significativamente los costes de tratamiento de residuos, además de disminuir la contaminación asociada.

Además de estos contenedores básicos, existen puntos específicos para la recogida de residuos especiales como pilas, baterías, medicamentos caducados, aparatos electrónicos, aceite usado y textiles. Los puntos SIGRE en farmacias, los contenedores específicos para pilas en edificios públicos y comercios, y los puntos limpios fijos o móviles complementan el sistema básico de clasificación. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, los puntos limpios recibieron en 2022 más de 950.000 toneladas de residuos especiales que, de otro modo, habrían terminado contaminando vertederos convencionales.

Técnicas de upcycling y transformación de residuos cotidianos

El upcycling o suprareciclaje representa un paso más allá del reciclaje tradicional, ya que busca transformar residuos en productos de mayor valor y utilidad que el original. Esta práctica no solo reduce la cantidad de desechos, sino que también disminuye la necesidad de producir nuevos materiales, ahorrando recursos y energía. En España, el movimiento de upcycling ha crecido un 32% en los últimos cinco años, con más de 250 iniciativas empresariales basadas en este concepto según la Asociación Española de Economía Circular.

La clave del éxito en las técnicas de upcycling reside en identificar el potencial oculto de los materiales desechados y aplicar transformaciones creativas que maximicen su funcionalidad y valor estético. Este proceso requiere una combinación de pensamiento lateral, conocimientos técnicos específicos y una visión orientada al diseño circular. A continuación, se presentan cinco metodologías probadas para transformar residuos cotidianos en recursos valiosos.

Método TetraBrick: conversión de envases en organizadores multifuncionales

El Método TetraBrick se ha consolidado como una técnica eficaz para transformar envases de cartón multicapa en organizadores versátiles para el hogar y la oficina. Este proceso aprovecha la resistencia y durabilidad de estos envases, compuestos por seis capas de diferentes materiales (papel, polietileno y aluminio). La transformación comienza con una limpieza profunda del envase, seguida de un secado completo para evitar la proliferación de microorganismos.

El proceso de transformación incluye el corte estratégico del envase según patrones específicos que permiten crear desde organizadores de escritorio hasta macetas para pequeñas plantas. La impermeabilidad natural del TetraBrick lo hace especialmente adecuado para usos que impliquen contacto con humedad. Para mejorar la estética, se pueden aplicar técnicas de forrado con papel, tela o pintura acrílica, transformando completamente la apariencia del producto final.

Los organizadores creados mediante este método pueden utilizarse para clasificar desde material de oficina (clips, grapas, bolígrafos) hasta pequeños componentes electrónicos o materiales de manualidades. Su tamaño compacto y su capacidad para adaptarse a espacios reducidos los convierten en soluciones prácticas para entornos laborales donde el espacio es un recurso limitado.

Técnica PaperLoop para la creación de papel artesanal reciclado

La técnica PaperLoop permite transformar papel usado en nuevas hojas artesanales de alta calidad, cerrando así el ciclo de vida de este material. Esta metodología se basa en la separación de las fibras de celulosa mediante procesos mecánicos y su posterior reconstitución en nuevas hojas con características personalizables. El proceso comienza con la trituración del papel usado en pequeños fragmentos, que posteriormente se sumergen en agua para formar una pasta homogénea.

Una vez obtenida la pasta base, se pueden incorporar elementos naturales como pétalos de flores, hierbas aromáticas o incluso semillas para crear papeles multifuncionales que pueden plantarse después de su uso. La pasta se extiende sobre un bastidor con malla fina que permite el drenaje del exceso de agua mientras retiene las fibras. Tras el prensado y secado, se obtienen hojas de papel únicas con texturas y tonalidades imposibles de replicar industrialmente.

El papel artesanal producido mediante la técnica PaperLoop resulta ideal para correspondencia especial , certificados, tarjetas de presentación o elementos decorativos. En entornos corporativos, este papel aporta un valor diferencial a comunicaciones importantes o documentos representativos, transmitiendo un compromiso tangible con la sostenibilidad.

Sistema Bokashi para transformar residuos orgánicos en compost acelerado

El Sistema Bokashi constituye una revolución en el tratamiento de residuos orgánicos domésticos y de oficina, permitiendo la transformación de estos desechos en compost de alta calidad en solo 2-3 semanas, en contraste con los 3-6 meses que requiere el compostaje tradicional. Esta técnica de origen japonés se basa en un proceso de fermentación anaeróbica (sin oxígeno) mediante microorganismos eficientes que aceleran la descomposición.

El sistema utiliza un contenedor hermético especial con un grifo para drenar los lixiviados (líquidos resultantes de la fermentación). Estos lixiviados, diluidos en agua, constituyen un fertilizante líquido muy potente para plantas de interior o exterior. El proceso permite incluir residuos que normalmente no se recomiendan en compostaje tradicional, como pequeñas cantidades de productos lácteos o cárnicos, lo que amplía significativamente la gama de residuos tratables.

En entornos de oficina, el Sistema Bokashi resulta ideal para procesar los residuos orgánicos de comedores y zonas de descanso. Un contenedor de 15 litros puede procesar los residuos orgánicos generados por aproximadamente 10 personas durante una semana, produciendo tanto compost sólido como fertilizante líquido que puede utilizarse en las plantas ornamentales del espacio de trabajo.

Protocolo zero waste para tapones y cápsulas de aluminio

El Protocolo Zero Waste para materiales metálicos de pequeño formato, como tapones y cápsulas de aluminio, establece un sistema eficiente para la recuperación y valorización de estos elementos frecuentemente desaprovechados. El aluminio es 100% reciclable indefinidamente sin perder sus propiedades, y su reciclaje consume solo el 5% de la energía necesaria para producirlo desde materias primas.

Este protocolo comienza con la instalación de puntos de recogida específicos, claramente identificados y situados estratégicamente en áreas de alto consumo. En entornos de oficina, las zonas cercanas a máquinas de café o espacios de descanso resultan ubicaciones óptimas. La separación del aluminio de otros materiales (como el plástico en tapones mixtos) constituye el segundo paso crítico del proceso.

Una vez recolectada una cantidad significativa, estos materiales se compactan utilizando prensas manuales simples que reducen su volumen hasta en un 70%, facilitando su almacenamiento y transporte. Las alianzas con fundaciones y entidades sociales que gestionan estos residuos añaden un componente solidario al proceso, ya que muchas de estas organizaciones financian proyectos sociales con los beneficios obtenidos de la venta del material recuperado.

Transformación de textiles mediante técnica japonesa Boro

La técnica Boro, originaria de Japón durante el período Edo, representa una metodología ancestral que cobra renovada relevancia en la actualidad para dar nueva vida a textiles deteriorados. Este método se basa en el principio de unir piezas de tela usada mediante puntadas visibles (sashiko) para crear nuevas piezas resistentes y estéticamente atractivas, con un característico patrón patchwork.

Adaptada al contexto contemporáneo, esta técnica permite transformar ropa corporativa obsoleta, uniformes desgastados o textiles de oficina en nuevos productos funcionales como bolsas para material, forros para dispositivos electrónicos o elementos decorativos. El proceso comienza con la limpieza y clasificación de los textiles por colores, grosores y resistencia, para posteriormente recortarlos en patrones regulares o irregulares según el diseño deseado.

La característica distintiva del Boro moderno es la visibilidad intencional de las costuras, que se realizan con hilos contrastantes para crear un efecto decorativo. Esta imperfección controlada transmite valores de sostenibilidad, autenticidad y aprecio por la historia de los materiales. En entornos corporativos, los productos creados mediante esta técnica pueden formar parte de programas de responsabilidad social, integrando material textil obsoleto en nuevos ciclos de uso.

Implementación de estaciones de reciclaje eficientes en espacios reducidos

La optimización del espacio resulta fundamental para implementar sistemas de reciclaje efectivos en entornos urbanos y corporativos donde cada metro cuadrado cuenta. Los estudios realizados por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) indican que el 63% de los hogares españoles considera la falta de espacio como el principal obstáculo para reciclar correctamente. Esta realidad ha impulsado el desarrollo de soluciones compactas y modulares que maximizan la funcionalidad en superficies mínimas.

La ergonomía y accesibilidad de las estaciones de reciclaje determinan en gran medida su tasa de utilización. Sistemas que requieren esfuerzos adicionales o desplazamientos frecuentes tienden a ser abandonados progresivamente. Por ello, el diseño centrado en el usuario se ha convertido en un factor decisivo para el éxito de estas instalaciones. A continuación, se presentan cuatro modelos innovadores que responden a las necesidades específicas de diferentes contextos espaciales.

Modelo vertical Compact-R para apartamentos urbanos

El modelo Compact-R representa una solución revolucionaria para viviendas de dimensiones reducidas, características de entornos urbanos densamente poblados. Este sistema aprovecha el espacio vertical mediante una estructura de niveles superpuestos que permite clasificar hasta cinco fracciones diferentes de residuos ocupando únicamente 0,25 metros cuadrados de superficie. Su altura ajustable (entre 120 y 180 cm) facilita la adaptación a diferentes configuraciones espaciales.

Cada nivel del Compact-R incorpora contenedores extraíbles con capacidades entre 5 y 10 litros, equipados con sistemas de cierre hermético que evitan la propagación de olores. Los compartimentos están codificados por colores siguiendo la normativa española de reciclaje, lo que facilita la correcta clasificación. Un aspecto destacable es la incorporación de un compresor manual integrado que permite reducir el volumen de plásticos y envases metálicos hasta en un 40%.

La instalación del modelo Compact-R no requiere obras ni modificaciones estructurales, ya que puede anclarse a la pared mediante tornillería convencional o mantenerse autoportante con una base estabilizadora. Sus acabados personalizables (desde materiales técnicos hasta revestimientos decorativos) permiten su integración armónica en diferentes estilos de interiorismo, superando la estética tradicionalmente industrial de los sistemas de reciclaje.

Sistema modular tetris para oficinas compartidas

El Sistema Tetris ha sido específicamente diseñado para entornos de trabajo compartidos, donde la flexibilidad espacial y la adaptabilidad son requisitos fundamentales. Inspirado en el icónico videojuego, este sistema permite configuraciones personalizadas mediante módulos interconectables de diferentes tamaños y funcionalidades que pueden reconfigurarse según evolucionen las necesidades de la oficina.

Cada módulo básico tiene dimensiones de 30x30x30 cm, aunque existen variantes rectangulares de 30x30x60 cm para fracciones que generan mayor volumen. Los módulos se conectan mediante un sistema de anclaje sin herramientas que permite modificar la configuración en cuestión de minutos

. Los módulos incorporan etiquetas NFC programables que permiten registrar el tipo de residuo depositado y monitorizar los volúmenes generados en tiempo real, facilitando análisis de sostenibilidad.

El Sistema Tetris incorpora bandejas deslizantes extraíbles con bolsas biodegradables intercambiables, lo que simplifica el proceso de vaciado. Los módulos superiores están diseñados para residuos ligeros (papel, envases), mientras que los inferiores se destinan a fracciones más pesadas como el vidrio. El diseño incluye un panel informativo integrado que puede personalizarse con instrucciones específicas sobre qué materiales corresponden a cada compartimento.

Una ventaja fundamental de este sistema es su capacidad para crecer junto con la empresa. Una startup de cinco personas puede comenzar con una configuración básica de tres módulos y expandirla progresivamente hasta crear estaciones completas en múltiples ubicaciones a medida que la plantilla aumenta, manteniendo la coherencia visual y funcional en toda la organización.

Clasificadores plegables EcoSlim compatibles con normativa europea

Los clasificadores EcoSlim representan la solución más compacta del mercado para espacios extremadamente limitados o temporales. Fabricados con materiales técnicos ligeros pero resistentes, estos clasificadores plegables pueden reducir su volumen hasta en un 85% cuando no están en uso. Esta característica los hace ideales para viviendas vacacionales, oficinas temporales o espacios multiuso donde la permanencia constante de contenedores resultaría problemática.

Cada unidad EcoSlim desplegada proporciona capacidad para 15 litros de residuos y pesa menos de 500 gramos. El sistema de apertura y cierre, inspirado en las técnicas de origami, permite transformarlo de una lámina plana de 2 cm de grosor a un contenedor completamente funcional en menos de cinco segundos. Los marcadores cromáticos laterales, conformes con la normativa europea EN 16403:2012, unifican el código visual en cualquier país de la Unión Europea.

La impermeabilización mediante nanotecnología confiere a estos clasificadores resistencia a la humedad sin necesidad de revestimientos plásticos adicionales. El material principal, derivado de fibras vegetales prensadas, es completamente biodegradable al final de su vida útil, que se estima en aproximadamente cinco años con uso intensivo. Esto resuelve la paradoja habitual de utilizar sistemas de reciclaje fabricados con materiales no reciclables.

Puntos limpios móviles: coordinación con servicios municipales de madrid y barcelona

Los puntos limpios móviles constituyen una solución innovadora para la gestión de residuos especiales en entornos urbanos donde el espacio permanente es limitado. Este sistema, implementado con notable éxito en Madrid y Barcelona, se basa en vehículos especializados que siguen rutas predefinidas con paradas programadas en diferentes distritos. Según datos del Ayuntamiento de Madrid, en 2022 estos puntos móviles recolectaron más de 320 toneladas de residuos especiales que, de otro modo, habrían terminado en vertederos convencionales.

La coordinación con estos servicios municipales permite a comunidades de vecinos y pequeñas empresas establecer puntos de acopio temporales para residuos como aparatos electrónicos, pinturas, disolventes, baterías o radiografías. El sistema de reserva anticipada mediante aplicaciones municipales optimiza la logística, permitiendo conocer con antelación qué tipos de residuos se entregarán en cada parada y dimensionar adecuadamente los recursos necesarios.

Las normativas locales establecen un protocolo específico para la entrega de residuos que incluye la identificación del usuario mediante documentación que acredite su residencia o ubicación empresarial en el distrito correspondiente. Los límites de entrega varían según el tipo de residuo, estableciéndose un máximo de tres unidades para aparatos electrónicos grandes y hasta cinco litros para pinturas o productos químicos domésticos.

Estrategias corporativas para la gestión circular de residuos

La implementación de estrategias circulares en entornos corporativos trasciende la simple instalación de contenedores diferenciados. Las organizaciones líderes en sostenibilidad están adoptando enfoques integrales que abarcan desde el diseño inicial de productos y servicios hasta la gestión completa del ciclo de vida de los materiales utilizados. Según un estudio de la Fundación Ellen MacArthur, las empresas que implementan modelos circulares experimentan una reducción media del 25% en sus costes operativos relacionados con materiales y gestión de residuos.

La transición hacia modelos circulares requiere un cambio cultural profundo que debe apoyarse en métricas objetivas, procesos estandarizados y herramientas tecnológicas específicas. Las estrategias más efectivas combinan elementos de sensibilización con incentivos concretos para modificar comportamientos y generar nuevos hábitos. A continuación, se presentan cuatro aproximaciones complementarias que están demostrando resultados significativos en el contexto empresarial español y europeo.

Programa ecoembes para oficinas: implementación y certificación

El Programa Ecoembes para Entornos Corporativos ofrece un marco estructurado para la correcta gestión de residuos de envases en espacios de trabajo. Este programa, basado en el modelo de responsabilidad ampliada del productor, permite a las empresas integrar sus procesos de reciclaje con el sistema general de gestión de envases, garantizando la trazabilidad completa y el tratamiento adecuado de los materiales recuperados.

La implementación sigue un protocolo en cuatro fases: diagnóstico inicial (análisis de flujos de residuos y puntos críticos), diseño personalizado (adaptado a las características físicas y organizativas de cada empresa), implementación (instalación de equipamiento, señalética y material informativo) y seguimiento (monitorización de resultados y mejora continua). El programa proporciona materiales didácticos adaptados a diferentes perfiles profesionales, desde operarios hasta directivos, facilitando la comprensión y adopción del sistema en todos los niveles jerárquicos.

La certificación "Oficina Comprometida con el Reciclaje" reconoce a aquellas organizaciones que alcanzan determinados umbrales de recuperación y calidad en la separación de residuos. Este sello, renovable anualmente, permite a las empresas visibilizar su compromiso ambiental tanto interna como externamente. Según datos de Ecoembes, las oficinas certificadas experimentan un incremento medio del 62% en la recuperación de envases durante el primer año de implementación.

Indicadores KPI de sostenibilidad según la ISO 14001:2015

La norma ISO 14001:2015 establece el marco de referencia para la implementación de sistemas de gestión ambiental efectivos, incluyendo la definición de indicadores clave de desempeño (KPI) específicos para la gestión de residuos. Estos indicadores permiten cuantificar objetivamente los avances, identificar áreas de mejora y comunicar resultados de forma estandarizada tanto interna como externamente.

Entre los KPI fundamentales destacan la tasa de generación de residuos (kg por empleado y año), la tasa de recuperación (porcentaje de residuos que evitan el vertedero), la tasa de valorización (porcentaje de residuos reincorporados a procesos productivos) y la huella de carbono asociada a la gestión de residuos (kg CO₂eq). La ISO 14001:2015 recomienda complementar estos indicadores cuantitativos con métricas cualitativas como la percepción de los empleados sobre el sistema implementado o la satisfacción de las partes interesadas con la política ambiental de la organización.

El establecimiento de una línea base documentada resulta esencial para evaluar correctamente la evolución de estos indicadores. La norma sugiere un período de medición inicial de al menos tres meses para capturar adecuadamente la variabilidad intrínseca en la generación de residuos. Posteriormente, la monitorización trimestral permite identificar tendencias y estacionalidades, ajustando las estrategias según necesidades específicas.

Plataformas digitales de trazabilidad: ReciclApp y CeroDesperdiciosPro

Las nuevas tecnologías están transformando radicalmente la gestión de residuos corporativos mediante plataformas especializadas que garantizan la trazabilidad completa del proceso. Aplicaciones como ReciclApp o CeroDesperdiciosPro permiten digitalizar completamente el ciclo de gestión, desde la generación del residuo hasta su tratamiento final, proporcionando datos en tiempo real y facilitando la toma de decisiones basada en evidencias.

ReciclApp, desarrollada por emprendedores españoles, permite el registro inmediato de cada fracción generada mediante códigos QR ubicados en los puntos de recogida. La aplicación genera automáticamente la documentación legal requerida (documentos de identificación de residuos, certificados de gestión) y proporciona un cuadro de mando personalizable con métricas relevantes para cada departamento implicado. Su sistema de gamificación integrado fomenta la participación mediante clasificaciones departamentales y reconocimientos individuales.

Por su parte, CeroDesperdiciosPro incorpora algoritmos predictivos que analizan patrones de generación de residuos y optimizan las rutas y frecuencias de recogida, reduciendo hasta un 30% los costes logísticos asociados. La plataforma incluye un módulo de marketplace que facilita la valorización de subproductos reutilizables, conectando directamente generadores con potenciales usuarios y creando sinergias interempresariales que maximizan el aprovechamiento de recursos.

Auditorías de residuos siguiendo metodología ASPAPEL

Las auditorías sistemáticas de residuos constituyen una herramienta fundamental para comprender profundamente los flujos de materiales dentro de la organización e identificar oportunidades de mejora específicas. La metodología desarrollada por ASPAPEL (Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) se ha convertido en un referente para estos procesos, aplicándose con éxito más allá del sector papelero original.

Esta metodología se estructura en tres fases diferenciadas: caracterización (análisis cualitativo y cuantitativo de cada fracción), diagnóstico (identificación de ineficiencias y desviaciones) y plan de acción (definición de medidas correctoras priorizadas). La caracterización incluye tanto el análisis gravimétrico (por peso) como volumétrico, proporcionando una imagen completa de la composición de los residuos. El protocolo establece muestreos aleatorizados durante al menos siete días consecutivos para garantizar la representatividad de los resultados.

Entre los hallazgos más frecuentes de estas auditorías destacan la contaminación cruzada entre fracciones (especialmente papel y envases ligeros), la infrautilización de sistemas de compactación disponibles y las variaciones significativas entre departamentos o áreas funcionales dentro de la misma organización. La metodología ASPAPEL incluye recursos específicos para interpretar estos resultados, como diagramas de Pareto para identificar causas principales y matrices de impacto-esfuerzo para priorizar intervenciones.

Proyectos de reciclaje creativo con impacto social y medioambiental

Los proyectos de reciclaje que integran objetivos sociales y medioambientales representan la evolución más avanzada de la economía circular aplicada. Estas iniciativas trascienden la dimensión puramente ecológica para generar simultáneamente valor social, creando oportunidades laborales para colectivos vulnerables, revitalizando comunidades o promoviendo la educación ambiental. Según la Red Española de Economía Social y Solidaria, estos proyectos híbridos han experimentado un crecimiento del 47% en los últimos tres años.

La clave del éxito en estos proyectos radica en su capacidad para combinar innovación técnica con sensibilidad social, transformando la necesidad de gestionar residuos en una oportunidad para resolver simultáneamente problemas comunitarios. Las administraciones públicas están incrementando progresivamente su apoyo a estas iniciativas mediante cláusulas sociales en licitaciones o programas específicos de financiación. A nivel empresarial, estos proyectos ofrecen una vía efectiva para materializar estrategias de responsabilidad social corporativa con impactos tangibles y medibles.

El proyecto "Recicla y Reinserta", desarrollado conjuntamente por Instituciones Penitenciarias y diversas empresas privadas, ha conseguido crear talleres de transformación de residuos electrónicos en 12 centros penitenciarios. Esta iniciativa proporciona formación certificada en gestión de RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) a personas en proceso de reinserción, alcanzando tasas de empleabilidad posterior del 62%. Simultáneamente, ha permitido recuperar más de 850 toneladas de materiales valiosos como cobre, aluminio y tierras raras.

Los proyectos híbridos que combinan objetivos medioambientales y sociales generan un retorno de inversión social (SROI) de 3,8 euros por cada euro invertido, según el estudio "Valor Compartido en la Economía Circular" de la Universidad de Deusto.

Otro ejemplo destacable es la cooperativa "Hilos que Transforman", formada mayoritariamente por mujeres migrantes, que desarrolla productos textiles a partir de residuos de alta calidad procedentes de la industria de la moda. Mediante un sistema de recogida específica en 28 talleres de confección, recuperan retales, muestrarios y prendas con pequeños defectos que transforman en complementos y artículos para el hogar con diseños contemporáneos. El proyecto incluye un programa formativo que ha capacitado a más de 80 mujeres en técnicas de costura tradicionales y diseño sostenible.