El cambio climático se ha convertido en uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, con efectos cada vez más evidentes en forma de fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de biodiversidad y amenazas para la seguridad alimentaria global. Frente a esta realidad, las energías renovables emergen como la herramienta más efectiva para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y transitar hacia un modelo energético sostenible. La transición energética no solo representa una necesidad ambiental, sino también una oportunidad económica sin precedentes, capaz de generar nuevos empleos, reducir la dependencia energética externa y democratizar el acceso a la energía. Con tecnologías cada vez más maduras y competitivas en términos de costes, las renovables están transformando el panorama energético global a un ritmo acelerado, aunque todavía insuficiente para contener el aumento de temperatura por debajo de los 1,5°C establecidos en el Acuerdo de París.

Panorama actual de las energías renovables en la transición energética global

La transición energética global está experimentando una aceleración sin precedentes. En 2023, las instalaciones renovables alcanzaron un récord histórico con más de 300 GW de nueva capacidad, lideradas por la energía solar fotovoltaica y la eólica. Esta evolución responde tanto a la necesidad de descarbonización como a la competitividad económica de estas tecnologías, que ya superan en rentabilidad a las fuentes fósiles convencionales en la mayoría de mercados. La energía solar fotovoltaica ha experimentado una reducción de costes del 85% en la última década, mientras que la eólica terrestre ha reducido sus costes en más del 55% durante el mismo periodo.

A pesar de este crecimiento exponencial, las energías renovables solo representan aproximadamente el 30% de la generación eléctrica global y menos del 15% de la energía primaria consumida a nivel mundial. Los escenarios de descarbonización compatibles con los objetivos climáticos requieren triplicar la capacidad renovable actual antes de 2030 y multiplicarla por diez antes de 2050. Este desafío implica no solo transformar el sector eléctrico, sino electrificar otros sectores como el transporte, la edificación y la industria, tradicionalmente dependientes de combustibles fósiles.

La transición energética actual está siendo liderada por economías como la Unión Europea, donde las renovables ya suponen más del 40% de la generación eléctrica, y China, que concentra más del 45% de las nuevas instalaciones renovables globales. Sin embargo, regiones como América Latina, con un enorme potencial renovable, se están incorporando aceleradamente a esta transformación, con países como Chile, Brasil o Uruguay alcanzando récords de penetración renovable en sus sistemas eléctricos.

La transición energética no es solo una cuestión tecnológica o económica, sino un cambio estructural que requiere transformar nuestra relación con la energía, desde la producción hasta el consumo, con implicaciones profundas en todos los sectores productivos y en los hábitos sociales.

El ritmo de la transición varía significativamente entre regiones y sectores. Mientras el sector eléctrico avanza rápidamente hacia la descarbonización, otros sectores como el transporte pesado, la aviación o determinados procesos industriales presentan mayores desafíos técnicos. Para estos "sectores difíciles de descarbonizar" se están desarrollando soluciones basadas en vectores energéticos como el hidrógeno verde, los biocombustibles avanzados o la electrificación indirecta, que permitirán completar la descarbonización total de la economía a mediados de siglo.

Tecnologías solares avanzadas y su implementación en zonas estratégicas

El desarrollo tecnológico en el campo de la energía solar ha experimentado avances revolucionarios en los últimos años, multiplicando la eficiencia de los sistemas y reduciendo drásticamente los costes de implementación. Las innovaciones recientes han permitido desarrollar aplicaciones adaptadas a diferentes contextos geográficos y necesidades energéticas, desde grandes plantas centralizada en desiertos hasta sistemas integrados en entornos urbanos. Esta versatilidad convierte a la energía solar en una de las tecnologías renovables con mayor potencial de crecimiento y adaptabilidad a diferentes escenarios.

El avance tecnológico solar no se limita a la mejora incremental de los sistemas convencionales, sino que ha dado lugar a innovaciones disruptivas como los módulos bifaciales, las células tandem de alta eficiencia, los sistemas de seguimiento inteligente o las tecnologías de concentración con almacenamiento térmico. Estas soluciones no solo aumentan el rendimiento energético por unidad de superficie, sino que también permiten extender las horas de producción, mejorando la gestionabilidad de esta fuente intermitente.

La energía solar se ha convertido en la tecnología renovable con mayor crecimiento anual, con previsiones que indican que podría suponer más del 60% de la nueva capacidad instalada en la próxima década. Este crecimiento está siendo impulsado tanto por grandes proyectos a escala de utilidad como por la generación distribuida en tejados residenciales y comerciales, configurando un modelo energético cada vez más descentralizado y resiliente.

Sistemas fotovoltaicos bifaciales y su rendimiento en el desierto de atacama

Los sistemas fotovoltaicos bifaciales representan una de las innovaciones más significativas en tecnología solar de los últimos años. Estos paneles, capaces de captar radiación solar por ambas caras, aprovechan tanto la luz directa como la reflejada en el suelo, incrementando la producción entre un 5% y un 30% respecto a los módulos convencionales. El desierto de Atacama en Chile, con la radiación solar más alta del planeta y un albedo (reflectividad) natural elevado, ha demostrado ser un entorno óptimo para maximizar el rendimiento de esta tecnología.

Los proyectos implementados en Atacama han registrado incrementos de producción de hasta un 25% utilizando sistemas bifaciales con seguimiento a un eje, alcanzando factores de capacidad superiores al 35%, valores excepcionales para la tecnología fotovoltaica. Estos sistemas bifaciales optimizan el aprovechamiento del terreno, reduciendo el coste nivelado de la energía (LCOE) hasta niveles inferiores a 20 USD/MWh en las últimas subastas chilenas, cifras que han establecido nuevos mínimos históricos globales.

El éxito de estos sistemas en condiciones desérticas ha impulsado su adopción en otros entornos similares como el norte de África, Oriente Medio o Australia, donde los proyectos a gran escala están batiendo récords de eficiencia y competitividad económica. La tecnología bifacial está evolucionando rápidamente, con nuevos diseños que optimizan la captación de luz reflejada y sistemas de seguimiento adaptados a las características específicas de estos módulos.

Plantas termosolares con almacenamiento térmico: el caso de noor ouarzazate

La tecnología termosolar de concentración (CSP) con almacenamiento térmico representa una solución única para proporcionar energía renovable gestionable. A diferencia de la fotovoltaica convencional, estos sistemas pueden almacenar energía en forma de calor utilizando sales fundidas, permitiendo generar electricidad durante períodos sin radiación solar. El complejo Noor Ouarzazate en Marruecos constituye el mayor proyecto termosolar del mundo, con 580 MW de capacidad y sistemas de almacenamiento que permiten hasta 7,5 horas de generación nocturna.

El proyecto Noor integra diferentes tecnologías termosolares, incluyendo colectores cilindroparabólicos y sistemas de torre central, optimizados para las condiciones específicas del desierto marroquí. Esta planta ha transformado a Marruecos de importador neto a potencial exportador de energía limpia hacia Europa, cumpliendo un papel estratégico en la integración energética mediterránea. La capacidad de almacenamiento permite que estas instalaciones funcionen como centrales de base , proporcionando estabilidad al sistema eléctrico nacional.

Las plantas termosolares con almacenamiento están experimentando una segunda juventud gracias a la complementariedad con la fotovoltaica. Los sistemas híbridos que combinan fotovoltaica (para las horas diurnas) con termosolar con almacenamiento (para horas nocturnas) permiten proporcionar energía renovable 24 horas a precios competitivos. Esta hibridación está impulsando nuevos desarrollos termosolares en regiones con alta radiación directa como Chile, Australia, Emiratos Árabes Unidos y China.

Integración de paneles solares en infraestructura urbana: modelo barcelona

La integración de tecnología fotovoltaica en entornos urbanos representa una frontera de innovación con enorme potencial para transformar las ciudades en generadores energéticos. Barcelona ha desarrollado un modelo pionero de integración arquitectónica solar que combina generación energética con funcionalidad urbana. El programa "Barcelona, ciudad solar" ha impulsado instalaciones fotovoltaicas en edificios públicos, pérgolas urbanas, marquesinas de transporte y mobiliario urbano, combinando generación distribuida con servicios ciudadanos.

Las ordenanzas municipales de Barcelona han incorporado requisitos de integración fotovoltaica obligatoria en nuevas edificaciones y grandes rehabilitaciones, creando un marco normativo que impulsa la solarización del entorno construido. Esta normativa no solo establece potencias mínimas, sino también criterios estéticos y arquitectónicos que garantizan una integración armónica en el paisaje urbano. Las instalaciones en espacios públicos incluyen elementos innovadores como pavimentos fotovoltaicos transitables, mobiliario urbano solar inteligente y sistemas de agrovoltaica urbana en parques y jardines.

El modelo Barcelona demuestra que la integración solar urbana va más allá de la simple instalación de paneles en tejados, para abarcar un concepto integral donde la tecnología fotovoltaica se incorpora como elemento constructivo multifuncional. Esta aproximación ha permitido incrementar exponencialmente la superficie útil para generación solar en entornos densamente edificados, convirtiendo limitaciones espaciales en oportunidades de innovación.

Autoconsumo solar y comunidades energéticas según el real decreto 244/2019

La regulación del autoconsumo eléctrico en España experimentó una transformación radical con la aprobación del Real Decreto 244/2019, que estableció un marco favorable para el desarrollo de instalaciones de autoconsumo individual y colectivo. Esta normativa eliminó las barreras administrativas y económicas que frenaban su desarrollo, como el polémico "impuesto al sol", estableciendo procedimientos simplificados de legalización y un sistema de compensación de excedentes que mejora significativamente la rentabilidad de estas instalaciones.

El autoconsumo colectivo, figura desarrollada en detalle por este Real Decreto, permite que varios consumidores compartan una misma instalación generadora, estableciendo coeficientes de reparto dinámicos. Esta modalidad ha abierto la puerta al desarrollo de comunidades energéticas en edificios multifamiliares, polígonos industriales o barrios completos, democratizando el acceso a la energía renovable. Las instalaciones de autoconsumo colectivo pueden utilizar la red de distribución para compartir energía entre puntos de consumo ubicados en un radio de 2.000 metros, configurando redes virtuales que maximizan el aprovechamiento de la energía generada.

El impacto del nuevo marco regulatorio ha sido inmediato, multiplicándose por cinco la potencia anual instalada en autoconsumo desde su aprobación. El autoconsumo ha pasado de ser una opción minoritaria a convertirse en una alternativa mainstream para hogares y empresas, impulsado por la escalada de precios eléctricos y la simplificación administrativa. Las comunidades energéticas están evolucionando hacia esquemas más complejos que integran almacenamiento compartido, gestión de la demanda y servicios de movilidad eléctrica en lo que constituye un cambio de paradigma en la relación de los ciudadanos con la energía.

Sistemas eólicos de nueva generación y su potencial mitigador

La energía eólica ha experimentado una evolución tecnológica extraordinaria en las últimas dos décadas, transformándose de una tecnología emergente a una de las principales fuentes de generación eléctrica a nivel mundial. Los aerogeneradores modernos incorporan avances revolucionarios en diseño aerodinámico, electrónica de potencia y materiales compuestos que han multiplicado su capacidad y eficiencia. La potencia unitaria de los aerogeneradores comerciales ha crecido desde menos de 1 MW a principios de siglo hasta superar los 15 MW en los nuevos modelos marinos, reduciéndose simultáneamente los costes de generación hasta convertirse en una de las fuentes más competitivas.

El potencial mitigador de la energía eólica frente al cambio climático es excepcional, con un ciclo de vida con emisiones extremadamente reducidas (aproximadamente 11g CO₂eq/kWh) y una rápida amortización energética, que en las tecnologías actuales se sitúa entre 3 y 6 meses. Según la Agencia Internacional de Energías Renovables, cada GW de capacidad eólica instalada evita la emisión de aproximadamente 2,5 millones de toneladas de CO₂ anuales, dependiendo del mix energético que sustituya.

La contribución de la eólica a la mitigación del cambio climático va más allá de la simple reducción de emisiones. Los parques eólicos modernos proporcionan servicios auxiliares a los sistemas eléctricos, incluyendo control de frecuencia, regulación de tensión y capacidad de recuperación ante contingencias, facilitando la integración de otras renovables variables. La hibridación con tecnologías complementarias y el desarrollo de sistemas avanzados de predicción meteorológica están incrementando su gestionabilidad, superando una de las principales limitaciones históricas de esta tecnología.

Aerogeneradores offshore flotantes en el proyecto WindFloat atlantic

La tecnología eólica marina flotante representa un salto cualitativo que permite aprovechar recursos eólicos excepcionales en aguas profundas, donde no es viable la instalación de estructuras fijas. El proyecto WindFloat Atlantic, situado frente a las costas portuguesas, constituye la primera instalación eólica flotante semi-comercial de Europa meridional, con tres aerogeneradores de 8,4 MW sobre plataformas flotantes ancladas a profundidades superiores a 100 metros. Este proyecto pionero ha demostrado la viabilidad técnica y económica de la tecnología flotante en condiciones reales de operación.

Las plataformas flotantes WindFloat, desarrolladas por Principle Power, utilizan un diseño semi-sumergible triangular con columnas estabilizadoras y sistemas de lastre activo que garantizan la estabilidad del aerogenerador incluso en condiciones marítimas extremas. Estas estructuras permiten el montaje completo del aerogenerador en puerto, siendo posteriormente remolcadas a su ubicación final, lo que reduce significativamente los costes logísticos y r

iesgos logísticos y minimiza el impacto ambiental en la fase de instalación. Las pruebas operativas han demostrado excelentes resultados de producción, con factores de capacidad superiores al 50% gracias a los excepcionales recursos eólicos en aguas profundas del Atlántico.

El éxito de WindFloat Atlantic ha abierto la puerta al desarrollo de proyectos comerciales a gran escala en aguas ibéricas, con diversos promotores planificando instalaciones que suman varios gigavatios en la próxima década. La tecnología flotante está evolucionando rápidamente, con nuevos diseños que reducen los costes de fabricación y mantenimiento, incrementando la competitividad económica de esta solución. El potencial mitigador de la eólica flotante es particularmente significativo en países con plataformas continentales reducidas, como España, Portugal o Japón, donde los recursos eólicos marinos solo son accesibles mediante soluciones flotantes.

Repotenciación de parques eólicos terrestres en navarra y galicia

La repotenciación de parques eólicos antiguos, sustituyendo aerogeneradores obsoletos por unidades modernas de mayor potencia y eficiencia, representa una estrategia clave para maximizar el aprovechamiento de emplazamientos privilegiados. Las comunidades de Navarra y Galicia, pioneras en el desarrollo eólico español, están liderando este proceso con programas específicos que facilitan la renovación de instalaciones con más de 15 años de operación. La repotenciación permite multiplicar la producción energética sin incrementar la ocupación territorial, optimizando el uso de infraestructuras existentes como accesos y líneas de evacuación.

En Navarra, el proyecto de repotenciación del complejo eólico de El Perdón ha sustituido 40 aerogeneradores de 500 kW instalados en los años 90 por 14 máquinas modernas de 3,4 MW, triplicando la potencia total y multiplicando por cinco la producción anual. Esta intervención ha permitido incrementar significativamente la generación renovable utilizando únicamente el 35% de las posiciones originales, liberando espacio y reduciendo el impacto paisajístico. El parque repotenciado incorpora tecnología de última generación, incluyendo sistemas predictivos de mantenimiento y capacidades avanzadas de regulación que mejoran la integración en red.

Galicia ha desarrollado un marco regulatorio específico para la repotenciación a través de su Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, que establece un procedimiento simplificado para proyectos que no incrementen la superficie de implantación original. Este modelo normativo está siendo replicado en otras comunidades con parques eólicos envejecidos, configurando un estándar fast-track que agiliza la renovación tecnológica del parque eólico nacional. Los estudios realizados indican que la repotenciación del parque eólico español más antiguo podría incrementar en más de 25 TWh la producción anual, evitando la emisión de aproximadamente 15 millones de toneladas de CO₂.

Microeólica urbana: aplicaciones prácticas en entornos metropolitanos

La microeólica urbana está emergiendo como una solución complementaria para la generación distribuida en entornos altamente urbanizados, donde las turbulencias y el efecto túnel entre edificios pueden aprovecharse para generar electricidad a pequeña escala. Los sistemas microeólicos modernos han evolucionado hacia diseños específicamente adaptados al entorno urbano, incluyendo turbinas de eje vertical resistentes a flujos turbulentos, generadores de imanes permanentes que operan eficientemente a bajas velocidades, y sistemas de control electrónico que optimizan la producción en condiciones variables.

Las aplicaciones prácticas de microeólica en ciudades españolas incluyen instalaciones en azoteas de edificios elevados, integración en elementos arquitectónicos como chimeneas o conductos de ventilación, y sistemas híbridos que combinan generación eólica y solar. Proyectos piloto en Madrid y Barcelona han demostrado que la producción anual de estos sistemas puede alcanzar entre 1.000 y 2.500 kWh por kW instalado, dependiendo de las condiciones específicas del emplazamiento. Aunque estos valores son inferiores a los de instalaciones eólicas convencionales, representan una contribución significativa en contextos urbanos donde el espacio disponible es limitado.

La integración de microeólica con sistemas de gestión energética inteligente está abriendo nuevas posibilidades, como la alimentación directa de sistemas críticos en edificios, la carga de vehículos eléctricos o la generación de hidrógeno verde a pequeña escala. El carácter visible de estas instalaciones cumple además una función didáctica y demostrativa, haciendo tangible la generación renovable para la ciudadanía y contribuyendo a la concienciación sobre la transición energética en entornos urbanos densamente poblados.

Hibridación eólica-solar: optimización de recursos en el plan nacional integrado de energía y clima

La hibridación de instalaciones eólicas y fotovoltaicas en una misma ubicación representa una estrategia óptima para maximizar el aprovechamiento de infraestructuras y recursos naturales. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 identifica la hibridación renovable como una línea estratégica clave, estableciendo un marco favorable para su desarrollo mediante la flexibilización de los requisitos de acceso y conexión. Los sistemas híbridos aprovechan la complementariedad natural entre ambas tecnologías, ya que los periodos de mayor producción eólica suelen coincidir con los de menor generación solar y viceversa, logrando perfiles de producción más estables.

Las experiencias pioneras de hibridación en España demuestran incrementos en el factor de capacidad de las infraestructuras de evacuación superiores al 40%, permitiendo aprovechar prácticamente la totalidad de la capacidad de las líneas durante más horas al año. El proyecto híbrido eólico-solar de Gecama en Cuenca combina 312 MW eólicos con 90 MW fotovoltaicos compartiendo infraestructura de evacuación, logrando reducciones de costes de desarrollo superiores al 15% respecto a proyectos independientes. La hibridación reduce además el impacto ambiental agregado, al concentrar instalaciones en emplazamientos ya intervenidos y minimizar las necesidades de nuevas líneas eléctricas.

El PNIEC contempla escenarios donde la hibridación podría alcanzar los 20 GW en 2030, contribuyendo significativamente a la integración de renovables en el sistema. Los modelos avanzados de hibridación incorporan almacenamiento mediante baterías o sistemas de hidrógeno, evolucionando hacia centrales renovables gestionables capaces de proporcionar servicios de regulación y firmeza al sistema eléctrico. Esta gestionabilidad incrementada facilita la penetración de renovables a niveles compatibles con los objetivos climáticos, reduciendo las necesidades de respaldo fósil en el sistema.

Hidrógeno verde como vector energético descarbonizador

El hidrógeno verde, producido mediante electrólisis del agua con electricidad renovable, está emergiendo como un vector energético clave para la descarbonización de sectores difícilmente electrificables. Este elemento, el más abundante del universo, permite almacenar excedentes renovables en forma química, transportar energía a larga distancia y descarbonizar procesos industriales intensivos, configurándose como pieza estratégica para alcanzar la neutralidad climática. España, con sus excepcionales recursos renovables y posición geográfica privilegiada, tiene potencial para convertirse en un hub exportador de hidrógeno verde hacia Europa Central, según reconoce la Estrategia Europea del Hidrógeno.

La cadena de valor del hidrógeno verde comprende diversos procesos, desde la producción mediante electrólisis hasta el almacenamiento, transporte y uso final en aplicaciones como refinerías, plantas siderúrgicas, procesos químicos o transporte pesado. Cada etapa presenta retos tecnológicos específicos que están siendo abordados mediante programas de investigación y proyectos demostrativos a escala creciente. Los avances en electrolizadores de nueva generación, sistemas de compresión criogénica y pilas de combustible están acelerando la madurez tecnológica y reduciendo los costes del hidrógeno renovable.

Las estimaciones del Consejo del Hidrógeno indican que el coste del hidrógeno verde podría reducirse hasta un 60% en la próxima década, alcanzando la paridad económica con el hidrógeno gris (producido con gas natural) entre 2025-2030 en regiones con recursos renovables óptimos. Esta evolución de costes, sumada a la implementación de mecanismos como el Carbon Border Adjustment Mechanism europeo, apunta a una adopción acelerada del hidrógeno renovable como vector descarbonizador en la próxima década, particularmente en aplicaciones industriales y de movilidad pesada donde la electrificación directa presenta limitaciones técnicas o económicas.

Electrólisis con energías renovables: proyecto H2V en puertollano

El proyecto de hidrógeno verde de Puertollano representa la mayor instalación de electrólisis con conexión directa a energía renovable en Europa, con 20 MW de capacidad y producción anual estimada de 3.000 toneladas de hidrógeno renovable. Esta instalación pionera, desarrollada por Iberdrola, está alimentada por una planta fotovoltaica dedicada de 100 MW que garantiza el origen 100% renovable del hidrógeno producido. El complejo integra un sistema de almacenamiento con baterías de ion-litio de 20 MWh que permite optimizar la operación del electrolizador, garantizando su funcionamiento estable incluso durante períodos de variabilidad en la generación solar.

La tecnología de electrólisis empleada en Puertollano corresponde a la tipología PEM (Proton Exchange Membrane), que ofrece ventajas operativas clave para su integración con renovables, incluyendo respuesta dinámica rápida, operación a carga parcial eficiente y arranque en frío. El hidrógeno producido se destina principalmente a la descarbonización de la planta de amoníaco de Fertiberia ubicada en la misma localidad, evitando la emisión de más de 48.000 toneladas anuales de CO₂ asociadas a la producción convencional de hidrógeno mediante reformado de gas natural. Esta sustitución representa un caso paradigmático de descarbonización industrial directa mediante el vector hidrógeno.

El proyecto H2V Puertollano ha desarrollado soluciones innovadoras para retos como la optimización del acoplamiento entre generación renovable y electrólisis, el diseño de sistemas de control avanzados que maximizan la eficiencia energética, y la implementación de protocolos de seguridad específicos para instalaciones de hidrógeno a escala industrial. Estas soluciones están generando know-how valioso para futuros desarrollos, posicionando a España a la vanguardia tecnológica en hidrógeno verde. El éxito de esta primera fase ha impulsado la ampliación del proyecto, con planes para alcanzar 300 MW de electrólisis en 2025-2027, multiplicando exponencialmente la producción de hidrógeno renovable.

Aplicaciones del hidrógeno verde en transporte pesado y marítimo

El transporte pesado por carretera y el sector marítimo representan segmentos particularmente desafiantes para la descarbonización, donde el hidrógeno verde ofrece soluciones prometedoras que complementan la electrificación directa. Para camiones de larga distancia, las pilas de combustible alimentadas con hidrógeno proporcionan autonomías superiores a 800 km, tiempos de repostaje inferiores a 15 minutos y capacidades de carga similares a los vehículos convencionales, superando las limitaciones actuales de la movilidad eléctrica en este segmento. Los proyectos piloto en desarrollo en corredores logísticos españoles están validando esta tecnología en condiciones reales de operación.

El consorcio "H2Haul Iberia" está desplegando 10 camiones de hidrógeno y 3 hidrogeneras en el corredor mediterráneo, permitiendo validar la tecnología en rutas logísticas intensivas. Los vehículos de pila de combustible utilizan tanques de almacenamiento a 700 bar que permiten almacenar hasta 40 kg de hidrógeno, proporcionando autonomías compatibles con las operaciones logísticas habituales. Los primeros resultados operativos muestran consumos medios de 7,5-8,5 kg de H₂/100 km, con prestaciones de carga y operación comparables a las de vehículos diésel equivalentes. Esta experiencia está generando información valiosa sobre requerimientos de infraestructura, protocolos de mantenimiento y optimización de costes operativos para la futura adopción masiva de esta tecnología.

En el ámbito marítimo, el hidrógeno y sus derivados como el amoníaco o los e-fuels aparecen como soluciones viables para descarbonizar el transporte de media y larga distancia. El proyecto "Green Hysland" en Mallorca integra aplicaciones marítimas del hidrógeno, incluyendo un ferry interinsular propulsado por pilas de combustible y sistemas auxiliares de generación eléctrica para cruceros en puerto. Estas aplicaciones no solo reducen las emisiones directas de CO₂, sino también contaminantes locales como NOx, SOx y partículas, mejorando la calidad del aire en entornos portuarios. La estrategia española de hidrógeno contempla el desarrollo de corredores azules que faciliten la adopción progresiva de estas tecnologías en el sector marítimo mediterráneo.

Almacenamiento estacional mediante hidrógeno y power-to-gas

El almacenamiento estacional de energía constituye uno de los principales desafíos para sistemas eléctricos con alta penetración renovable. El hidrógeno ofrece capacidades de almacenamiento a gran escala y largo plazo imposibles de alcanzar con tecnologías como las baterías, permitiendo trasladar excedentes de generación entre estaciones del año. Los sistemas Power-to-Gas (P2G) producen hidrógeno mediante electrólisis con excedentes renovables, almacenándolo durante semanas o meses para su posterior reconversión en electricidad o inyección en redes gasistas. Esta capacidad resulta particularmente valiosa en sistemas peninsulares con limitada interconexión, como el español.